En diciembre del año pasado fui a mi primer retiro de yoga, estaba tomando un curso de pranayama con mi querido profe Pablo Maha quien lo organizaba junto con Fernando Delgado (El ProFer). En ese momento mi práctica de asana era asthanga vinyasa, que es un estilo de yoga dinámico con secuencias fijas y nada sencillas, una de las cosas que me gustan de esa práctica es que te proponen que tu sigas tu propio ritmo y te motivan a que hagas práctica personal, sin embargo me sentía un tanto desamparada como sin guía fijo que me ayudara a profundizar, además también hay un llamado del alma por algo más, algo más profundo que la práctica de asanas…confieso que me costó tomar la decisión de ir al retiro por la inversión económica que significaba, pero conversando con un compañero del curso de pranayama y después consultarlo con el tarot me animé a darme el lujo y me inscribí en el retiro de Gokul Yoga y desconexión.
Estuvimos cuatro días en un estudio en Sudachoque completamente sumergidos en las prácticas ,sin celulares, cuatro días intensos en los que solo paramos para comer (una comida maravillosa preparada por @katskondo) y luego otra vez filosofía, prácticas internas y práctica de asana, y así fué mi primera aproximación a esta método, intenso como el método mismo; quedé realmente sorprendida por la profundidad y el detalle, entonces con ganas de conocer más comencé a tomar clases de gokul asana con Pablo, exigentes deliciosas, sinceramente esos primeros meses solo concentrarme en hacer las posturas coordinando el movimiento con la respiración fue suficiente, porque a la vez que guiaba la práctica Pablo va hablando de los niveles o capas para en los cuales entrar mediantes puntos energéticos específicos para conectar con la práctica a niveles más y más profundos pero yo, en ese momento solo con el asana tenia.
En abril se organizó otro retiro más largo, en realidad una inmersión de una semana entera y esta vez el propio Gokulachandra, fundador del método, estaría ahí, siguiendo el llamado me inscribí con más certeza que la vez pasada, ya sabia que era un buenísima inversión, esta vez fuimos a tierra caliente cerca de donde estoy viviendo ahora, en una finca manejada por devotos de Khrisna una familia muy amable y cálida.
La verdad que este retiro fue una experiencia cambiadora de vida, igual de intenso que el primero, o sea, despertarse práctica de mantras-práctica de asanas -desayunar -filosofía -practica de asana- almorzar -práctica interna filosofía- cenar -historias del Mahabaratha (el mayor poema epico de india)- dormir temprano para despertar en la madrugada siguiente y continuar; mi corazón palpitaba de felicidad porque mi alma sabe que por aquí es, que la recuerdo al intentar conectar de una manera consciente con la divinidad, al estudiar la ciencia de la conciencia, la anatomía del espíritu, las capas del ser, física, energética y sutil.
Entonces ¿qué es el Gokul Yoga ? es un antiguo sistema del este de la India, basado en buddhi (intelecto), asthanga (ocho miembros del yoga de Patanjali, no la metodología de practica de asanas que les nombre anteriormente) y bhakti (devoción). Es un método genuino y legitimo que se ha transmitido de maestro a discípulo generación tras generación por muchos siglos, por su hermetismo, las prácticas y preceptos han llagado inalterados, su fundador Mahayogi Gokulachandra das, a quien tuve la fortuna de conocer, y quien solo inspira admiración y respeto, es uno de los solo cinco discípulos de su maestro, quien le dio la misión de preservar la sagrada tradición del Buddhi Yoga, compartiéndola a quienes muestran serio interés.
El método es el mapa para llegar al ser original, a la conexión con aquello que trasciende, el maestro profesor, es fundamental es quien te enseña el mapa, pero tu decides si caminarlo o no, no hay presión, no hay culpas, como en el asana, sin esfuerzo con voluntad.
Me pregunto cuántas vidas habré pasado para poder llegar a conocer a un camino espiritual tan claro, tan técnico. Estoy muy agradecida, honrada y al mismo tiempo surge en mi temor de no ser capaz, porque es exigente y sé que aun estoy bastante apegada a este mundo material, pero entonces el corazón late más fuerte… Por algo este camino y no otro llegó a mi vida y me ha sacudido de esta manera en el mejor de los sentidos, seguiré sin prisa pero sin pausa a ver hasta donde llego.
